Desde tiempos ancestrales los
habitantes de la Sierra de las Nieves han sabido sacar provecho de los materiales que la
Sierra le proporcionaba. Así, sus rudas manos han moldeado, transformado y trabajado
dichos materiales obteniendo como resultado algo más que meros objetos de la vida
cotidiana.
En este sentido el esparto que crece en los inclinados montes de nuestra comarca se
constituye como la fuente de ingresos principal de muchas familias serranas. Fue el
esparto una de tantas plantas cuya transformación y trabajo supusieron todo un modo de
vida.
Hoy en día muchas de estas actividades manuales y antiguos oficios se presentan en la
actual sociedad de consumo como actividades artesanales, relacionadas más como
generadoras de souvenires y artículos de regalo que como trabajos manuales que un día
dieron de comer al pueblo.
De aquellos antiguos artesanos quedan, aún hoy, excepcionales muestras en cada uno de
nuestros nueve pueblos. El viajero podrá encontrar estos artículos, salidos de las rudas
pero habilidosas manos de nuestros artesanos en las Oficinas de Información Turística de
la comarca. Si bien, lo más común es encontrarlos en sus propios talleres y hogares.
Pasear por las angostas y encaladas calles de nuestros pueblos y hallar a nuestro paso
alguna persona trabajando en su oficio pero a pie de calle es, sin duda, un estímulo
para la vista. Tales estampas, de artesanos trabajando en el escalón de entrada a sus
casas, son agasajos que la memoria histórica de la Sierra de las Nieves nos brinda.
Y si no los encuentra en algunos de estos rincones, pregunte, porque el boca a boca le
conducirá hasta ese artesano que no trabaja para su sustento económico sino por el
anhelo de toda una vida dedicada a su digno quehacer.
No obstante, a continuación le indicamos algunos de los oficios y trabajos artesanales
que puede encontrar en cada una de nuestras localidades.
Albardonería: Oficio de albardonero consistente en
elaborar piezas del hato o aparejo de las caballerías de carga, tales como albardas,
albardones, jalmas, sobrejalmas, cinchas, ataharres, etc. Cual vestigio de este
antiguo menester tenemos a los albardoneros de la localidad de Casarabonela.
Sillería: Los humedales y riberas de las corrientes fluviales han sido la
fuente de aprovisionamiento de la anea con la que los silleros, personas dedicadas a
la fabricación de sillas, echaban los culos a las sillas. De esta ancestral labor
nos quedan excepcionales ejemplos en los municipios de Alozaina y Yunquera.
Cestería: Aunque en la Sierra de las Nieves no se habla de cestas sino de
canastos y canastas, que son recipientes tejidos con mimbres, juncos, cañas,
varillas de sauce u otra madera flexible. Por eso no hay que confundir al canastero
con el cestero, pues, aquí en la Sierra, el cestero es el que elabora espuertas y
seras con esparto. Canasteros encontramos en Yunquera y cesteros o personas que
trabajen el esparto en todos y cada uno de los nueve pueblos de la comarca. Si bien,
en Istán, Monda y Tolox son, tal vez, los municipios donde más arraigado se
encuentra este oficio.
Pero esparteros y atocheros confeccionaban una infinidad de útiles y recipientes
más, elaborados con esa fibra vegetal. De tal modo que tomizas, sogas, coyundas,
frontiles, esteras, capazos, serones y pleitas tienen al esparto (stipa tenacísima)
como materia prima.
Alfarería: alfareros y tejeros abundaron en estos lares, no obstante, hoy en
día sólo persisten en Alozaina y, tornados en ceramistas, en El Burgo y
Casarabonela. Hay que diferenciar entre alfareros, que elaboran vasijas y objetos de
barro cocido y de uso más común, y ceramistas, que producen objetos con matices
artísticos y decorativos, utilizando el barro, esmaltado o con engobe y sobre todo
otros materiales como la porcelana, la loza o el gres.
Herrería y forja: Fragua, fuelle, yunque y martillo, elementos que junto al
soniquete del martilleo acompañan al herrero en su dura jornada de trabajo. Golpe a
golpe se forjan rejas, vertederas y otros tanto útiles de hierro que se resisten a
desaparecer ante el empuje de la moderna carpintería metálica, de fundición, hierro
torneado y chapa galvanizada, cual engendros de este noble oficio. Herreros y fragua
podemos hallarlos en Guaro, Alozaina y Yunquera.
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