CASARABONELA -
MONUMENTOS PRINCIPALES
JARDÍN BOTÁNICO DE CACTUS Y PLANDAS
SUCULENTAS -
VOLVER Se trata de
de la colección de cactus y
plantas suculentas más
importante de Europa. Contiene
unas 2.500 especies distintas de
plantas pertenecientes a
diversas familias botánicas
adaptadas a vivir en lugares
áridos de zonas tropicales y
subtropicales de todo el mundo.
Las áreas geográficas mejor
representadas son el sur de
África y Madagascar y los
desiertos del sur de Estados
Unidos y México. No obstante,
también encontramos numerosos
ejemplares de Sudamérica (Perú,
Ecuador, Brasil, Chile y
Argentina fundamentalmente),
África tropical, Península
Arábiga, India, Australia y, por
supuesto, Europa y la Región
Mediterránea. También hay un
espacio especialmente dedicado a
las Islas Canarias.
Este
Jardín-Botánico se compone de
cuatro espacios bien definidos:
-
El jardín
exterior en el que, de una
forma ante todo ornamental y
paisajística, se pretende
hacer descubrir al visitante
las grandes posibilidades y
ventajas del uso en
jardinería de las plantas
xerófitas en general, y de
las plantas suculentas en
particular.
-
La
colección ubicada en los
invernaderos acristalados de
última generación, donde se
reparten los diversos
géneros y especies según sus
zonas geográficas de origen.
En estas instalaciones
conviven tanto plantas
procedentes de climas
tropicales áridos, con
requerimientos más
estrictos, como otras para
las cuales los invernaderos
hace la función de estación
de aclimatación.
-
El Centro
de Información y
Acercamiento a la Cultura de
la Sierra de las Nieves
(CIAC); con una zona de
información y atención al
visitante donde se ofrece
información completa y
detallada de todos los
recursos que conforman la
Reserva de la Biosfera de la
Sierra de las Nieves así
como otro espacio donde se
pueden adquirir desde
productos de artesanía y
agroalimentaria de la
comarca a souvenirs
relacionados con los cactus
y plantas suculentas.
-
Otras
instalaciones como la
Oficina Municipal de
Turismo, departamento
científico, salón de actos,
biblioteca, sala de
reuniones y un excelente
servicio de cafetería y
restaurante donde degustar
una destacada variedad de
aperitivos y platos a la
carta.
De esta
forma, y en un espacio cómodo,
el visitante tiene la
posibilidad de hacer un
recorrido por diferentes
continentes y países,
descubriendo la variabilidad
morfológica de estas plantas,
desde cactus gigantes hasta las
humildes “plantas piedra” o
Lithops y adquirir una visión
amplia y cautivadora del
fascinante mundo de las plantas
suculentas a nivel mundial.
Por otro
lado, se quiere que el museo sea
un lugar de referencia para
expertos en estas plantas,
realizando conferencias y ciclos
de gran nivel científico
contando a tal efecto el museo
con una sala de conferencias.
Además hay que indicar que en el
complejo también hay un
laboratorio para mantener la
investigación y la vida de las
propias plantas ya que algunas
de ellas hay que polinizarlas de
forma artificial.
Este proyecto
supone un antes y después para
la oferta turística de este
municipio de la Sierra de las
Nieves que contará con el más
destacado reclamo turístico de
su historia gozando del mayor
Museo y Jardín Botánico de estas
características en Europa lo
cual atraerá a miles de
visitantes y entusiastas
botánicos de todos los países
del continente ya que cualquier
época del año es buena para
visitar el jardín, pues las
distintas especies florecen de
manera sucesiva a lo largo de
todo el año.
Más información
en:
www.cactuscasarabonela.uma.es
Más información
en:
www.cactuscasarabonela.es
Iglesia Santiago
Apóstol
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La iglesia parroquial de Santiago es el monumento más relevante de la localidad.
Antigua colegiata construida primitivamente sobre una antigua mezquita en el siglo
XV en estilo gótico tardío, que ha sufrido con el transcurso de los años diversas
modificaciones. Este templo se levanta sobre la parte más elevada del pueblo, muy
cerca de las ruinas del castillo musulmán. Consta de tres naves separadas por arcos
de medio punto sobre diez pilares cuadrangulares; la nave central, que ha perdido su
primitiva armadura con tirantes de lazo, se eleva a más altura de la que tuvo en
principio y se cubre con bóveda de medio cañón con lunetos y fajones sobre la línea
de imposta; las naves laterales con bóvedas muy rebajadas, también reforzadas con
fajones, oculta su cubierta de colgadizo. En la nave de la Epístola se abre la
capilla del Sagrario.
En el exterior la portada de los pies combina mármol rosa y negro. Tiene arco de
medio punto entre pilastras Toscanas dobladas que soportan el entablamento; el
frontón se encuentra partido y enrollado, en cuyo centro aparece un óvalo con
peinetón que encierra una cruz.
La torre presenta cuatro cuerpos de planta cuadrada separados por impostas,
rematándose en capitel piramidal de tejas vidriadas.
Dentro de la iglesia destacan el coro situado en la capilla mayor, y la capilla de
el Sagrario. El camarín del altar mayor acoge la imagen de la Virgen del Rosario
(madera policromada del S. XVIII). En el exterior, la portada está formada por un
arco de medio punto, entablamento y frontón abierto en volutas laterales que apuntan
a un óvalo enmarcado y con la Cruz de Santiago. La torre se alza en el exterior de
forma impresionante, con el último de sus tres cuerpos de vanos alargados y arcos de
medio punto y una cubierta piramidal de cerámica.
Molino de los Mizos
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La existencia de un curso natural de agua está en el origen de este antiguo complejo
molinero destinado a la obtención de harina y aceite. Aunque ya existían varios
durante la etapa islámica será a partir del siglo XVI, coincidiendo con la llegada
de repobladores cristianos, cuando su número se incremente de manera considerable,
llegando a contabilizarse veintiuno a mediados del siglo XIX (11 molinos harineros y
10 de aceite, todos movidos por agua, según consta en la descripción que Pascual
Madoz hizo de Casarabonela).
Los campesinos traían sus cargas de aceitunas en mulas y borricos, se les asignaba
un número de orden para la molienda y un depósito (troje) para el fruto mientras les
llegaba el turno. El molinero cobraba una cantidad fija por kilo molturado (la
máquila), siendo éste motivo frecuente de pleito y desacuerdo entre los molineros,
los consejos municipales y los vecinos de las villas.
Para la molturación de la aceituna al principio se utilizaba tracción animal (“los
molinos de sangre”). Se molían las olivas, después se prensaba la masa obtenida que,
dispuesta en capachos de esparto (“los rondeles”), formaba el cargo de la prensa.
Existían varios tipos de prensa y aquí se utilizó la de viga, ya usada en la época
romana. En el siglo XIX, con la revolución industrial, se van introduciendo en los
molinos prensas de hierro de acción mecánica mediante palanca, volante u otros
sistemas parecidos; pero lo que realmente convierte a este molino en una fábrica es
la prensa hidráulica que hace un prensado mayor, rápido y sin esfuerzo.
Breve reseña histórica El mundo
mediterráneo ha considerado sagrada la aceituna durante milenios. Los griegos
creían que Atenea, la diosa de la sabiduría, concedió la oliva a la humanidad,
ganando así un concurso entre los dioses para mostrar el regalo más útil.
Los campesinos del Levante ya extraían aceite de aceitunas silvestres hace 7000
años y cultivaban el olivo mil años más tarde. Los viajeros fenicios extendieron
su cultivo a Grecia y España, y los griegos lo llevaron a Italia. En la
actualidad, el 74% del suministro mundial de aceite de oliva procede de estos
tres países. Curiosidades El mejor
aceite de oliva es el virgen extra, sin aditivos químicos ni mezcla de otros
aceites, resultado de un sistema de prensado en frío, sin calentamiento, tiene
menos de un 1% de acidez y cumple una serie de rigurosas normas de sabor y
aroma. Ha sido usado como alimento, combustible, ungüento (la
palabra “Cristo” significa “el ungido”) y sacramento. No tiene
colesterol, por eso los pueblos mediterráneos tienen un índice muy bajo de
enfermedades coronarias. Andalucía produce casi el 90% de la
producción española y en el futuro España producirá la mitad del total mundial
de aceite de oliva. En los países árabes consumen aceite y
también lo utilizan como tónico capilar. En la India se lo ponen en el cabello,
pero no lo ingieren. Un catador profesional puede distinguir
cien sabores diferentes, desde paja a manzana, desde alcachofa a madera, o desde
almendra a flores.
Castillo Árabe S.
IX
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Del Castillo han perdurado muy pocos restos, en concreto varias torres y algunos
lienzos de muralla. El castillo de Qasr Bunayra -posiblemente de origen romano- será
un importante centro en la revuelta de Umar ibn Hafsum, convirtiéndose en el año 922
en base de operaciones contra Bobastro. En época nazarí será un bastión importante
en la guerra de frontera. Los castellanos entrarán definitivamente el 2 de junio del
año 1485, permaneciendo en uso como fortaleza militar hasta el siglo XVIII.
En el recinto del castillo tiene habilitado un centro de interpretación, que dispone
de una maqueta y varios paneles temáticos sobre la vida en al-Ándalus.
Ermita de la
Veracruz / Virgen de los Rondeles
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El edificio actual, que ha sido restaurado, corresponde a mediados del siglo XVIII,
aunque fue construido sobre el solar de una mezquita. Tiene una sola nave, cubierta
con techo de madera y tirantes, capilla mayor con bóveda semiesférica sin decorar y
un hermoso camarín bien conservado que presenta planta cuadrada y bóveda
semiesférica sobre pechinas, desarrollando una rica decoración de yeserías.
En el exterior hay que destacar su original fachada de ladrillo, estructurada en
tres cuerpos y tres calles. El acceso actual es adintelado y se flanquea por arcos
ciegos angulares, presentando en el segundo cuerpo tres arcos trilobulados, también
ciegos, y espadaña en el remate con arco de medio punto coronada de frontón
triangular y remates laterales de cerámica.
Cada 12 de diciembre se celebra la Fiesta de la Virgen de los Rondeles, declarada a
finales del año 2001 Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía.
Esa noche el fuego adquiere un protagonismo muy especial, iluminando el recorrido de
una procesión que hunde sus raíces en las brumas del tiempo.
Desde principios del siglo XVIII el colectivo formado por los molineros de aceite
llevaba en procesión sus capachos de esparto ardiendo (“los rondeles”) en un
sencillo acto de acción de gracias por la cosecha a la Divina Pastora, una
advocación de la Virgen María.
Los actos comienzan con la bendición del fuego que enciende los capachos impregnados
en aceite. Es entonces cuando el numeroso grupo de rondeleros inicia una andadura
que, desde la Ermita, les llevará hasta la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol.
La luz producida por los capachos ardiendo ilumina un trayecto que discurre a través
de calles estrechas y empinadas, herencia de la ciudad islámica. La mezcla del
fuego, el humo de la combustión, el olor a aceite y el sonido de los bombos y de las
castañuelas moriscas contribuye a crear una atmósfera irreal en la que las llamas
proyectan sombras fantasmagóricas sobre las fachadas de los edificios.
Cerca de la medianoche la procesión llega junto a la que fue antigua mezquita mayor.
Los rondeleros aguardan junto a la puerta del templo hasta que la Virgen hace su
entrada en el edificio. Una salve en su honor cerrará los actos de carácter
religioso. Desde la Iglesia todos los participantes se dirigen a la Plaza, en este
marco incomparable los actos religiosos dan paso a otros de carácter lúdico y
festivo que se prolongarán hasta altas horas de la madrugada. Una buena taza de
chocolate, rebanadas de pan con aceite y ajo (“los tostones”) y los buñuelos de
viento, el producto morisco por excelencia, harán las delicias de vecinos y
visitantes que, reunidos junto a una enorme fogata, compartirán los momentos finales
de la Fiesta.
La Fiesta de los Rondeles no es un mero fenómeno pintoresco, constituye un hecho
cultural y social muy complejo, una experiencia única e irrepetible presidida por un
espíritu de fraternidad y sincera amistad entre todos.
Hornacinas (“las
cruces”)
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Se trata de pequeños huecos de toda clase y estilos, excavados en la pared,
rematados con arco de medio punto con marco de madera y cristal protector. En
algunas el soporte se talla en un solo bloque de canto que queda empotrado en el
muro.
En el centro histórico se han inventariado cuarenta y cinco, repartidas por las
fachadas de los edificios y en las esquinas de la mayoría de las calles principales.
Son muchas y muy diversas las teorías que intentan explicar el origen y la función
de estos pequeños monumentos de carácter religioso que, en el Día de la Cruz, cobran
especial protagonismo, adornándose su interior y engalanándose el entorno, que se
prepara para la celebración vecinal.
La tradición popular sostiene que hasta la expulsión definitiva de los vecinos
moriscos en el año 1570, era costumbre cristiana señalar sus casas con la Cruz de
Cristo en sus fachadas. Otras interpretaciones: la necesidad del morisco de
demostrar la sinceridad de su conversión; como resultado de las devociones
propagadas por las órdenes religiosas; por la extensión en la Europa del siglo XV de
la práctica del Vía Crucis; como factores de identificación vecinal, al estar
desprovisto el vecindario de márgenes espaciales precisos, cumpliendo cierta función
aglutinadora de los distintos vecindarios constituidos en sus respectivos entornos
con ocasión de las fiestas del Corpus Christi.
Como conclusión podemos afirmar que las hornacinas constituyen un elemento
representativo de la religiosidad popular andaluza, definiendo y personalizando la
identidad cultural de Casarabonela.
Jardín Islámico
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El agua en la cultura islámica es algo más que un recurso. Es un elemento que
contribuye a organizar la sociedad, la vida cotidiana, los lugares de reposo, las
normas de conducta y el concepto de bienestar y placer de los sentidos.
El carácter ritual, sensitivo, simbólico, decorativo y práctico del agua tiene su
mejor exponente en los jardines, donde el agua, la tierra y la vegetación no se
añaden a la arquitectura sino que son en si mismos parte de la construcción, que no
se entiende sin la presencia del jardín.
Este espacio irrigado, situado en las inmediaciones del casco urbano, constituye un
buen ejemplo de la fusión entre diversos elementos procedentes de Oriente. Árabes y
persas unieron la experiencia adquirida en el uso y control del agua en zonas
desérticas con los conocimientos de otras civilizaciones en el manejo y uso del
agua; y los contingentes sirios y beréberes que se instalaron en esta tierra a
partir del siglo octavo de nuestra era pusieron en práctica unos métodos heredados
del mundo clásico que cambiaron por completo la fisonomía tradicional del entorno,
transformando los campos secos en zonas de huerta y vergeles, aclimatando especies
hasta entonces desconocidas que después se extendieron por todo al-Ándalus y el
norte de África. En este sentido el Islam hizo normal lo que las culturas anteriores
habían tenido como excepcional. Esta difusión de los avances es el gran logro de
esta cultura.
El agua da vida y sonoridad a todo el conjunto; la tapia -una mezcla de elementos
decorativos nazaríes y locales- delimita un espacio con personalidad propia en el
podemos contemplar y sentir una gran variedad de plantas aromáticas, medicinales y
árboles frutales, siendo el granado uno de los más significativos porque fue
precisamente en Casarabonela donde en el año 780 se aclimató una variedad de granado
procedente de Siria que después sería conocida como “granada safarí”, por ser un
vecino llamado Safar el encargado de aclimatarla en una alquería de su propiedad.
Desde aquí se llevó a Córdoba y desde la ciudad califal tuvo una amplia difusión,
que se ha mantenido hasta nuestros días.
Museo de Arte Sacro
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En 1936, poco antes del comienzo de la Guerra Civil, Antonio Ponce Bandera, ayudado
por Miguel Vicario Torres, ocultó parte del “tesoro” y el archivo parroquial para
evitar su destrucción. Todas las piezas fueron devueltas a la parroquia en febrero
de 1937, cuando Casarabonela pasó a estar bajo control nacional, aunque no fue hasta
la segunda mitad de los años 70 cuando, siendo párroco Alipio Marrero Penichet se
sentaron las bases reagrupando las piezas, el inconveniente principal era que el
lugar en el que se encontraban depositadas no era apto para ser visitado y
funcionaba como un simple almacén. En el año 2000, el Ayuntamiento de Casarabonela
se compromete y busca la ubicación y restauración de lo que en Diciembre del 2003 se
inaugurará como Museo. Fruto de un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de
Casarabonela y el Obispado de Málaga, sus instalaciones albergan una importantísima
colección de orfebrería realizada en plata que abarca un período comprendido entre
el siglo XVII y la época actual. Las piezas y los objetos que
forman parte de este museo son una muestra muy representativa tanto de la variedad
como de la alta calidad que el arte de temática religiosa ha alcanzado en España.
El museo queda estructurado de la forma siguiente:
Antesala: Pintura: Estampas, tela
(lienzo y sarga), cristal, etc. Temática religiosa desde el siglo XVIII hasta
nuestros días. Pieza principal: Pintura sobre cristal con la representación de
“José vendido”, siglo XVIII. Sala principal:
Orfebrería en plata. Vitrinas de la izquierda y fondo. Desde el siglo XVII.
Piezas principales: Custodia en plata dorada realizada en Méjico, siglo XVIII;
Cruz parroquial realizada en plata blanca, 1640; Portaviático de plata blanca
con la figura de un pelícano, 1862; Corona de espinas de plata blanca, 1847.
Escultura policromada. Vitrinas independientes. Desde el siglo XVII. Piezas
principales: Niño Jesús de la escuela de Martínez Montañés, siglo XVII; Virgen
de los Dolores, siglo XVII.
Bordados. Vitrina de la derecha. Desde el siglo XV. Piezas
principales: Terno carmesí bordado en hilo de oro donado por los Reyes
Católicos, siglo XV; Cordero Místico bordado en hilo de oro, principios siglo
XX. Libros. Vitrina central. Desde el siglo XVII.
Museo de cactus y
plantas suculentas
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Sus instalaciones albergan
una magnífica colección de ejemplares procedentes de todo el mundo y pretende ser un
referente nacional e internacional en el estudio y la difusión de este tipo de
plantas.
Se encuentra en fase de finalización el proyecto
comprende una zona de aparcamiento, invernadero con las últimas tecnologías para el
control de la humedad y de la temperatura, zona de recepción y tienda, biblioteca y
sala de conferencias.
Caños y Fuentes
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Una de las señas de identidad de Casarabonela es el agua. Su abundancia permite los
cultivos de regadío, movía los molinos de harina e incluso servía para producir
energía para una pequeña central eléctrica y por supuesto para saciar la ser de
todos sus vecinos y visitantes que por estas tierras pasaban. Una de las muchas
muestras que al respecto existen son la del escritor rondeño Vicente Espinel y el
marqués Astolphe Custine. Podemos destacar la calidad de sus aguas.
En la actualidad se han recuperado los emplazamientos originales y se han adornados
con representaciones realizadas en azulejos pintados por un taller de cerámica
artística local, alusivas a diversos aspectos relacionados con la historia y con los
usos, tradiciones y costumbres locales -la Reconquista, la presencia árabe, las
faenas agrícolas y algunos lugares de interés natural.
Debido al
número de caños y fuentes que existen en este pueblo cabe darles la importancia que
se merecen e ir mencionándolas una por una.
Plaza Buenavista.
Mirador
-
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Es fruto de la concepción urbanística
cristiana del Renacimiento aplicada a la ciudad islámica. En el siglo XIX era
nombrada como Los Poyos de la Cárcel, de ahí que aun hoy día se la conoce
popularmente como “Plaza los Poyos”.
Posee una forma cuadrada casi
perfecta decorada con suelos combinados con baldosas de barro y chinitos blancos Se
encuentra rodeada por dos edificios. Un es el Ayuntamiento y el otro en un
Restaurante.
Lo que más destaca es la parte frontal de la
mencionada plaza, por poseer una reja, a modo de balcón, desde la cual se goza de
unas vistas que mejor que contarlas es verlas, porque por muy bien que se
describieran sus vistas se dejaría muchas cosas atrás.
Cruz de la
Fuensanta
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Esta cruz, situada en un hueco tallado
en la roca viva, comparte la misma función con otras existentes en distintos puntos
cercanos al pueblo: la del Mirador, la del pecho del Buifarán y la pequeña ermita
del Calvario. Se trata de pequeños oratorios que tienen una función ritual y que
posiblemente indiquen de alguna manera la separación entre dos territorios distintos
-uno conocido, identificado con el ámbito de la comunidad y otro extraño-, actuando
como elementos fronterizos junto a las principales vías de comunicación entre
Casarabonela y los pueblos circundantes, siendo costumbre muy extendida el
santiguarse cuando se pasa delante de ellos.
Cementerio
municipal
-
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Este cementerio fue inaugurado en
1860, sobre unos terrenos que hasta 1820 pertenecían a la Iglesia. Con anterioridad
los enterramientos se realizaban en las criptas de la iglesia parroquial, o en un
cementerio y osario anejo a la misma, donde hoy se encuentra el jardín que ha sido
restaurado.
Fue a finales del siglo XVIII, durante el reinado de
Carlos III, cuando se dictaron normas específicas (Ley I, Título III de la Novísima
Recopilación, promulgada por Real Cédula de 3 de abril de 1787) que prohibían este
tipo de enterramientos en el interior de los templos y se ordenaba el traslado de
los cementerios a sitios bien ventilados construidos en las afueras, en parte debido
al riesgo de contagio que suponían las numerosas epidemias (peste, tifus, cólera)
que de forma periódica asolaban gran parte del país. En la obligación general de
enterrarse en estos nuevos cementerios quedaban libres los obispos, la familia real,
las monjas y religiosas de clausura y los que tenían panteones particulares.
A pesar de esta orden, la construcción de nuevos cementerios tardó bastante en
generalizarse, y hay que esperar hasta el siglo XIX para que se construyan los
cementerios. Uno de los problemas era el cambio de jurisdicción de la Iglesia a los
municipios. Hasta el año 1833 no se establece que los nuevos cementerios han de
construirse con fondos municipales, aunque la Iglesia fuera la encargada de su
custodia. En un principio la planta original pudo ser cuadrada o
rectangular, habiéndose realizado varias ampliaciones a lo largo del tiempo. Consta
de una puerta de acceso monumental con arco de medio punto y espadaña que hace las
funciones de campanario, y a los lados de la entrada los cuartos del guarda del
cementerio -hoy usado como almacén- y de la custodia o capilla. Todo el conjunto se
encuentra completamente cerrado al exterior, situándose el antiguo osario al fondo,
en una esquina.
Cruz de piedra
-
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Situada junto a un camino que bordea la sierra, para el antropólogo Francisco
Sánchez Pérez, autor de “La liturgia del espacio”, esta cruz blanqueada sirve como
un elemento de separación entre dos espacios bien distintos: uno conocido,
identificado con la zona de influencia del pueblo y otro extraño, identificado con
la zona rural.
La zona urbana sería un ámbito de actuación más
propio de las mujeres, y el campo de los hombres. La sierra constituye un territorio
apropiado para reafirmación de la masculinidad, o un marco idóneo para aquellos
comportamientos que rozan los márgenes de la moral establecida; la zona de huertas,
siempre y cuando sea en oposición a la sierra, se conforma como un espacio
identificado con el sexo femenino, en cierto modo prolongación del espacio habitado.
Ermita del Santo
Cristo del Calvario
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VOLVER La devoción del Vía Crucis
se extendió por toda Europa durante el siglo XV, coincidiendo en España con la
llegada de la Orden de los Mínimos, ya en el siglo XVI. Esta práctica devocional
casi siempre terminaba, tras recorrer las ciudades o los pueblos, en un Calvario en
las afueras.
Esta antigua ermita, posiblemente del siglo XVII,
presenta planta cuadrada, cubierta a cuatro aguas rematada por una cruz de hierro y
cerca exterior con cancela que bordea todo el perímetro. A través de los postigos
enrejados de la puerta de entrada se puede ver el interior, presidido por un
sencillo altar lleno de pequeños objetos devocionales, cuadros, flores y velas.
Raja Vieja
-
VOLVER En Los Moriscos,
Carlos, se conoce con el nombre de Raja Vieja, a la colosal peña que se alza como
una muela prehistórica. La Raja aparece como un poderoso quijal, con el frontis
semejante a un búho mitológico, con dos grandes caries de la roca, a manera de ojos
asombrados, y una raja, antigua en el tiempo, en sentido vertical, que hace las
veces de pico alargado y retorcido.
La parte posterior ofrece la
imagen, en perfecto perfil, de un Wagner, músico y mineral, pétreo y arrogante, con
la testa coronada con el laurel del éxito de unas pitas creciendo en lo alto de la
peña. Así de impresionante es el espectáculo inigualable de la
Raja Vieja. Pero la Raja Vieja, con el fondo electrizante de una tormenta sobre su
cabeza, es algo indescriptible y majestuoso.
Francisco Castellano Fernández en su libro Cuentos Moriscos
Fuente
Quebrá
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En Casarabonela se conoce como “Fuente Quebrá” a un singular fenómeno natural que
cada año, durante los meses de otoño y cuando las lluvias lo permiten, hace su
aparición en las inmediaciones del paraje conocido como El Alcorcal, junto al pie de
la Sierra Cruz Alta y Comparate.
Debido a la naturaleza kárstica
del terreno el agua de lluvia se va filtrando lentamente y va colmatando las
cavidades subterráneas. Cuando las precipitaciones son importantes y se producen en
un corto espacio de tiempo, el agua comienza a salir desde una pequeña abertura
situada a ras de suelo, el caudal de agua y la duración del mismo es señal segura de
que todo el conjunto de la sierra se ha repuesto de agua, muy necesaria para el
resto del año.
Camino de la Dehesa
-
VOLVER Este camino empedrado posiblemente sea un ramal de
la calzada romana que pasando por el Puerto Martínez uniría Casarabonela (¿Castra
Vinaria?) con la vía que desde Iluro (cerca de Álora) enlazaba con Arunda (Ronda) y
Acinipo (Ronda la Vieja) pasando por Ardales y El Burgo. Presenta
un trazado en zig-zag debido a la fuerte pendiente que ha de superar y su aspecto
actual es el resultado de los trabajos realizados en la segunda mitad del siglo
XVIII, durante el reinado de Carlos III. Según Carlos Gozalbes
Cravioto en su estudio sobre “Las Vías Romanas de Málaga”, la zona que nos ocupa
formaba parte de un ramal secundario que uniría la vía que partiendo de Churriana
conectaba las poblaciones de Cártama e Iluro con Ardales, situada esta última en
otra vía que unía El Burgo con Arunda y Acinipo. El ramal de Casarabonela partiría
de la confluencia del río de Casarabonela con el Guadalhorce, siguiendo por la
margen del río de Casarabonela y enlazando en parte con el Arroyo del Tesorillo,
abandonando en este punto las zonas bajas y empezando a subir, uniéndose con la
carretera actual (MA-403) hasta llegar a Casarabonela siguiendo el trazado de la
carretera MA-404. Desde la parte baja de esta Villa parte un camino que debe
coincidir con lo que fue camino romano, al menos en sus primeros kilómetros, aunque
poco después se debió apartar el camino romano del actual, para girar hacia el
noroeste subiendo hasta el Puerto Martínez por el Camino de la Dehesa.
Torre-Chimenea
Avda. Juan XXIII
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VOLVER Casarabonela contaba en 1901
con un pequeño salto hidráulico propiedad de los empresarios Beneyto y Peris que
produjeron y distribuyeron energía hasta el año 1910, en que pasó a Taillefer.
Esta torre-chimenea, de gran valor histórico, fue construida a finales del siglo XIX
y formaba parte de una central eléctrica de producción mixta que desde 1901
abastecía al pueblo utilizando energía hidroeléctrica y térmica, complemento
indispensable en una zona caracterizada por grandes sequías. La energía
hidroeléctrica procedía de una turbina movida por un salto de agua (La Chorrera) y
la térmica se conseguía mediante el uso de dinamos y un motor de vapor que más tarde
fue sustituido por uno de gasoil.
Casas Cuevas
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Se trata de casas-cueva que cuentan con lugares de habitación e instalaciones para
el ganado. La que se encuentra en Cueva Bermeja está habitada durante todo el año.
Puente Romano
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Es un puente de origen romano con arco apuntado. Es de época medieval y ha sufrido
al menos dos reconstrucciones.
Arco de la Fuente
del Cristo
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Se trata de un arco realizado con
ladrillo de color rojo. En la parte superior aparece el nombre de la localidad. Fue
construido después de la Guerra Civil y popularmente se lo conoce como Arco de la
Fuente del Piojo.
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